Kobido, Seminario Intensivo en Marín

Kobido, Seminario Intensivo en Marín

1 y 2 de abril (Nivel Básico) – Sábado y Domingo de 9 a 14 y de 15 a 20 h.
6 y 7 de mayo (Nivel Avanzado) 

En los meses de abril y mayo tendremos los seminarios intensivos de Kobido – Masaje Facial Japonés, conocido en occidente como el Lifting sin Cirugía, en Marín (atención interesados cerca de Marín: Pontevedra, Bueu, Moaña, Seixo, Poio, Vilaboa, Cangas),

Una técnica fantástica, que equilibra energéticamente al receptor pero también al masajista; una disciplina milenaria, originalmente reservada a la familia imperial y posteriormente a la clase samurai, que, como su nombre indica, antiguo camino hacia la belleza, propone una sensible mejora de la piel y el aspecto físico partiendo de la salud y el equilibrio interno. Una combinación de suaves movimientos de barrido, enérgicas percusiones estimulantes, drenaje linfático japonés y el terapéutico shiatsu.

El curso, completamente práctico, dinámico y divertido, con el soporte teórico textual y audiovisual, permitirá al alumno entrenar en el desarrollo de la técnica, aprender a valorar el tipo de piel de un receptor y sus necesidades, y elaborar una sesión personalizada.

El seminario lo haremos en las instalaciones de Espacio Belleza. Podéis contactar directamente en el Centro o hacer vuestra reserva online siguendo el enlace a pie de artículo.
Teléfono Espacio Belleza en Marín: 986075269 / 645489076 (Whasapp)

Reserva tu seminario Online y asegurate una plaza, hoy mismo!

Nuevo Espacio en Madrid

Nuevo Espacio en Madrid

Con mucha alegría os presentamos nuestro nuevo Centro AG de formación, en colaboración con Carracedo Osteopatía y Masaje. Seguimos caminando, seguimos creciendo. Esta es una linda noticia, pronto habrá más…

Gracias a todos aquellos que hicieron posible, de una forma u otra, este enorme paso adelante que es abrir nuestro espacio en Madrid.

El masaje apresura el restablecimiento de los músculos dañados

El masaje apresura el restablecimiento de los músculos dañados

El masaje disminuye el dolor muscular con los mismos mecanismos biológicos que la mayoría de los analgésicos y ayuda a restañar antes los músculos dañados, según un estudio que publica hoy la revista Science Translational Medicine.

El estudio, encabezado por Justin Crane del Departamento de Kinesiología en la Universidad McMaster de Ontario (Canadá), es uno de los primeros que enfoca los mecanismos moleculares del masaje, algo poco analizado a pesar de la creciente popularidad de ese tratamiento para el alivio de dolores en pacientes con todo tipo de condiciones.

“La terapia con masajes se usa comúnmente durante la rehabilitación física músculo-esqueletal para aliviar el dolor y promover la recuperación después de las lesiones”, señalaron los autores.

Añadieron que aunque hay pruebas de que el masaje puede aliviar el dolor en el músculo lesionado “se conoce poco acerca de cómo el masaje afecta la función celular”.

Para evaluar los efectos del masaje el equipo investigador eligieron a 11 hombres jóvenes a los que, al azar, se les administró masajes o no se les ofreció tratamiento por lesiones en los cuádriceps sufridas durante ejercicios intensos.

Luego tomaron para biopsias muestras de tejido de los cuádriceps inmediatamente después del ejercicio, después de diez minutos de masaje y tras un período de recuperación de 2,5 horas.

Los investigadores determinaron que apenas diez minutos de masaje son suficientes para la activación de sensores bioquímicos que envían a las células musculares las señales para la reducción de la inflamación.

“La medicina complementaria y alternativa se usa cada vez más como un agregado, eficiente en términos de costo, de la asistencia médica convencional”, según el artículo.

Muchas técnicas complementarias y alternativas como la acupuntura, el masaje o la manipulación quiropráctica “apuntan al manejo del dolor, el alivio del estrés y la prevención de lesiones”, añade.

Cuando ocurre un daño en la estructura fibrilar de los músculos, habitualmente se presentan la inflamación y el dolor.

Las señales activadas por el masaje también mejoran la capacidad de las células musculares para la producción de nuevas mitocondrias, los órganos celulares que suministran la mayor parte de la energía para la actividad celular.

De esta forma el masaje puede apresurar la recuperación de las lesiones musculares que sufren los atletas y promueve el restañado de tejidos en pacientes con problemas músculo-esqueletales, afirman los autores.

Pero el estudio, asimismo, refutó una creencia muy popular entre atletas y personas que hacen ejercicio por práctica o afición: el masaje no ayuda a eliminar el ácido láctico -la sustancia responsable de las agujetas- de los músculos cansados.

“A pesar de que no tiene efecto sobre los metabolitos musculares (glicógeno, lactato) el masaje atenúa la producción del factor inflamatorio, mitigando el estrés celular que resulta de la lesión de la fibra muscular”, añadió.

Cuando se administra al músculo esqueletal dañado agudamente por el ejercicio “la terapia de masaje parece ser clínicamente beneficiosa en la reducción de la inflamación y la promoción de la biogéneses mitocontrial”, concluyó el artículo.

Fuente: ABC

Las virtudes del masaje craneosacral

Las virtudes del masaje craneosacral

La disciplina consiste en aplicar una leve presión con las manos que pone en funcionamiento los procesos naturales de curación del cuerpo

Ante la imposibilidad de dormir bien, molestias menstruales o dolores de cabeza que nos torturan durante días, las mujeres no solemos quedarnos penando si una pastilla no es la solución a nuestro sufrimiento; preguntamos, investigamos, consultamos y recurrimos a terapias alternativas para paliar las molestias. Una de ellas es la Terapia Craneosacral o TCS, que consiste en aplicar una leve presión con las manos que pone en funcionamiento los procesos naturales de curación del cuerpo.

Durante treinta años ha demostrado ser eficaz en el alivio de diferentes patologías, procurando sensación de bienestar, y un paliativo a una amplia gama de trastornos vinculados con el dolor como por ejemplo de cuello y espalda, craneofaciales y migrañas, síntomas premenstruales, reduce la fatiga, el estrés y la ansiedad, calma el bruxismo, didipa el estrés postraumático y emocional, ayuda a controlar los ataques de pánico, mejora la escoliosis, entre otros. El tratamiento puede combinarse con otras técnicas tradicionales o complementarias.

También se recomienda como método preventivo ya que mejora el sistema inmunológico y aporta mayor energía, calidad de sueño y equilibrio físico y mental. La cadencia sacrocraneal puede ser percibida más fácilmente sobre los huesos del cráneo, pero un terapeuta entrenado puede hacerlo en cualquier parte del cuerpo. Todo es suave, la presión que se ejerce en el cuerpo es mínima, y su objetivo es sentir las cualidades del ritmo para encontrar dónde está siendo alterado para facilitar la autocorrección.

Todo empezó en 1900, cuando a un estudiante de osteopatía de Kirksville, Missouri, el Dr. William G. Sutherland se le ocurrió pensar que por el diseño que presentaban los huesos del cráneo podrían proporcionar la oportunidad de movimientos entre ellos, y le dedicó a su teoría más de veinte años de estudio. Realizó experimentos en su persona, usando un casco diseñado para ejercer presiones controladas y sostenidas en diferentes partes del cráneo para reproducir las distintas sintomatologías. Publicó su primer artículo con sus observaciones en 1930 y basado en su trabajo desarrolló un sistema para examinar y tratar a los huesos del cráneo. La especialidad fue denominada Osteopatía Craneal. Debido a que se conocía muy poco su funcionamiento y porque los resultados con los pacientes a veces parecían ser milagrosos, el método del Dr. Sutherland adquirió fama de esotérica.

En 1970, mientras ayudaba en una cirugía de cuello a un paciente el Dr. Upledger observó cómo se movía rítmicamente un elemento membranoso, en lo que le pareció ser el límite externo de un sistema hidráulico semi-cerrado. Después de haber consultado a sus colegas y todos los textos de medicina a su alcance, no encontró ninguna otra explicación a su observación que no se tratase de la hoja más externa de las meninges moviéndose rítmicamente de adentro hacia afuera alrededor de 10 ciclos por minuto. El Dr. Upledger llegó a la conclusión de que la presión dentro del saco membranoso dural fluctuaba rítmicamente. Sólo dos años después daba un seminario explicando la teoría del Dr. Sutherland y comenzaba la enseñanza de algunas técnicas de evaluación y tratamiento. Asociando su experiencia científica y su sensibilidad táctil, el Dr. Upledger entendió rápidamente cómo podría funcionar el sistema hidráulico dentro de un saco membranoso ubicado entre el cráneo y el canal medular. Incorporó algunas técnicas nuevas y mejoró las del Sutherland con gran éxito.

En 1975 le propusieron unirse al Colegio de Osteopatía de la Universidad de Michigan Departamento de Biomecánica como Profesor e Investigador. Al frente de un equipo multi- disciplinario integrado por médicos, anatomistas, psicólogos, biofísicos, bioingenieros, comenzó a investigar las primeras bases científicas del sistema craneosacral.

El equipo pudo explicar en términos científicos y prácticos la función del sistema craneosacro. Luego demostró cómo se podía realizar la evaluación del sistema y tratar diferentes trastornos cerebrales y medulares como también otros innumerables problemas de salud que antes no tenían explicación.

Durante dos décadas, desde sus primeras investigaciones, el Dr. Upledger editó tres libros de texto dónde explica el funcionamiento del sistema craneosacro en detalle, y también “Su médico interno y Ud.”, pensado especialmente para pacientes, donde explica sus descubrimientos.

Fuente original del artículo.-